lunes, 3 de octubre de 2022

Entropía...


Nunca he sido capaz de escribir sin un caos que me ahogue. Encuentro en la oscuridad una inspiración que desata mis emociones más que cualquier otra cosa.

Meses con la calma en mi interior, una calma que tiene nombre propio...

La conocí por casualidad, entre noches y noches, sin saber que una sola frase cambiaría todos mis días. Hermosa, inteligente, brillante una combinación de virtudes tan peligrosa como adictiva.

Sensual, segura de si misma, atrevida... El fuego de su pelo era una analogía perfecta de lo caliente de su piel. Derrochaba magia.

----

A veces, mi ego me ahorca, incapaz de ver más allá de mi propia estupidez. Miedo, ansiedad, inseguridades... Sigo aprendiendo a gestionar emociones con las que no estoy acostumbrado a lidiar.

Pero hay cosas que son más importantes que yo...

----
Sus besos eran cocaína. Nuestros labios fluían como si aquella boca fuese un terreno conocido, hicimos conexión inmediata.

Todo era sencillo, fácil.

Mis manos quitando su vestido, era fácil.
Apretar su cintura contra mi, muy fácil.
Perderme entre sus piernas, un milagro.

Tenía tantas cosas que me asustaba, me intimidaba la intensidad de su personalidad. Justamente el tipo de mujer que puede hacerme perder el sentido.

Y lo hizo, de qué manera lo hizo.

Me engañaba a mi mismo mientras caminaba en la oscuridad recordando cada uno de nuestros encuentros, seducido por el movimiento de sus caderas, la destreza de sus manos y lo sutil de su lengua.

Jugábamos a satisfacernos entre canción y canción y cigarro y cigarro. Estaba rendido a ella pero aún no lo sabía. Un niño asustado incapaz de encontrar el camino.

----

Me atrapaste una noche con tu sonrisa. Te miré a los ojos y sentí la lujuria, el deseo y mis demonios se desataron...

Te deseaba con ira, sentía las caricias de los rizos de tu pelo que se perdían entre mis dedos. Recuerdo la intensidad de cada una de las embestidas, los gemidos perdiéndose en el cristal que nos alejaba de miradas desconocidas, tu vestido a medio subir mientras el tanga tocaba el suelo. Eramos pasión, salvajes, lascivos...

Pero al mismo tiempo, nos perdíamos en abrazos infinitos mientras la luna tocaba la cama y te hacía un amor que nunca antes había sentido. 

La entropía de un caos con demasiado sentido.

martes, 19 de octubre de 2021

Némesis...

 Un día más entre nosotros.


Me sorprendo a mi mismo pensándote mientras trabajo. Pasan semanas sin saber de ti y de repente, apareces, como si nada hubiera cambiado y fluye. Le das sentido a la sencillez.

Te encuentro en estas calles, a veces te saludo, otras hago como que no te he visto. Tú tienes tus métodos para protegerte, yo los míos. Somos un caos con más orden del que cualquiera pueda entender.

Y me gusta. Aunque te alejes, me gusta. Porque sé qué, de una manera u otra, volveré a encontrarte. Hace mucho que tus besos no saben a despedida.

Ha pasado mucho tiempo desde que estuve aquí, recuerdo estas vistas, este ruido, esta compañía. Lo recuerdo demasiado.

Salí de casa negándome a caer, una vez más, en tu magia y me encuentro desnudo entre tus brazos. Negar mi debilidad por ti es una ridiculez.

Te conocí entre el sol y una cerveza, el atardecer acariciaba tu piel y nuestra charla acentuaba tu risa. Curioso que vuelva una y otra vez al mismo lugar buscando la misma sensación de calma. Curioso que ese mismo paisaje sea el detonante de nuestra pasión. Un castigo que estoy dispuesto a aceptar.



Mi Némesis.

Mi mano se cuela entre tus pantalones mientras intentamos situar una situación que ninguno esperaba. Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que mis besos se perdieron en tu piel.

Me llevas a tu cama, con calma, sin prisa. Y dejamos que nuestra conexión haga el resto. Mi cuerpo sobre el tuyo, tu mano apretando la mía, bailando dentro de ti, disfrutando el contraste entre nosotros... Eres ridículamente hermosa. Sin peros, sin objeciones.

Me gustaría quedarme pero no puedo, no quieres. O sí, pero no esta noche. Dejemos que la casualidad vuelva a encontrarnos.

sábado, 13 de febrero de 2021

Despedida...

Están siendo días raros, días alborotados en una constante confusión y disconformidad con nuestra existencia. He decidido enterrarme en mis recuerdos y experiencia. 


Continuamente tengo fantasías, vivencias que me alejan de mis demonios…


---


Un jueves cualquiera, paseamos entre anécdotas y risas. Esta sensación de conocerte hace mucho tiempo no es más que la comodidad que sentimos el uno con el otro. Me tranquiliza a la vez que me perturba pero no hay razón para no dejarnos llevar por nuestra conexión.


Este beso en el ascensor es el resultado de un atardecer de pura fluidez. La sonrisa que aparece entre nosotros es el reflejo perfecto de lo que somos. Ni tú ni yo tomamos decisiones, estamos supeditados al placer.


---


Te deseo con ira, con rabia, como si nunca antes hubiera estado con una mujer. He tenido el privilegio de vivir esta situación pero nunca antes había tenido la suerte de vivirla contigo.


Hagamos que esta noche valga la pena.


---


Camino hacia mi habitación pensando en cómo satisfacer tus deseos. Besos, caricias, juegos… Tu repentino empujón contra la pared hace que olvide mis dudas, mis intenciones. Aquí jugamos dos, divirtámonos.


---


Sentí tu beso fresco, tu ansia por desnudarnos, por romper esta casi inexistente distancia entre nosotros. Mi confianza, mi arrogancia y mi ego desaparecieron en el momento que arrastraste mi boca hacia tu cuello…


No hagamos el sexo un pensamiento, conviértelo en un conjunto de sensaciones.


Vívelo, siéntelo.




Parece que la noche está a nuestro favor, la luz que entra por la ventana es la adecuada para el tono de tu piel y no demasiada como para desviarnos del objetivo. 


Desabrocho tu sujetador antes de que la consciencia vuelva a mí. No quiero pensar, solo quiero disfrutar de este momento.


---


Hacemos de la desnudez un desafío, convertimos esta lucha en una competición para ver quien es capaz de sujetar sus ganas. Probablemente, la única lucha que estoy dispuesto a perder.


---


Mientras la luna quiere iluminar mi cama, despacio, con delicadeza, quito su ropa interior. Su figura parece más una fantasía que algo que puedas encontrar en esta realidad. 


Mientras su tanga toca el suelo, la invito a dejarse caer en mi cama, quiero perderme entre sus piernas. Besos su muslos, subo hasta su estómago, me detengo en su ingle. Dejo que la vibración de su cuerpo me guíe hasta su punto más íntimo. 


No tengo prisa, quiero disfrutar de este momento. Me apetece ser esclavo de este instante y tatuarlo en mi memoria para no borrarlo jamás.


Su vello acariciando mi mandíbula me incita al pecado.




Y ahí estoy yo, saboreando el músculo del placer, en círculos, en diagonal. Sintiendo su vacilación, sintiendo su respuesta. Mi mente me recuerda que ya había estado aquí pero la noche me dice que ella es única. No hay recuerdos, estamos en este momento.


---


La beso ahí, justo ahí, quiero que entienda la fortuna que supone gozar de su intimidad. 


Es una noche de fiesta, cada vez que parpadeo hay una imagen difusa frente a mí. Busco sus pezones, busco sus nalgas. La reacción de su clítoris no es suficiente para complacerla.


¿Imaginas no ser capaz de rendirte a algo como esto? Le damos significado a la definición de placer, una droga demasiado adictiva como para no consumirla.


---


Respiro, una pequeña parada entre mis besos y su piel es suficiente como para que ella tome el control. Me mira con una determinación desconcertante, me besa con una lentitud enfermiza. Y se arrastra por mi pecho, por mi vientre, por mi ingle… Este es un juego de dos.


Su boca sabe trucos demasiado peligrosos como para describirlo en una frase. Su mirada desde ahí abajo incita a la perversión.


Es el momento de terminar este juego, quiero perderme en ti.


---


De una manera que no soy capaz de comprender, es capaz de descifrar mi mirada. Quiere bailar conmigo, quiere que baile dentro de ella. 

Deshace el recorrido que siguió para llegar a mi… castigo. Devoro sus labios como si esta fuera la primera y última noche que está junto a mí.


---


Rozamos sutilmente antes de perdernos en ese momento que podría definirse como “delicioso”. Su sonrisa en mi oreja antes de enterrarme en ella es una señal inequívoca de que lo estamos haciendo bien. Su satisfacción me define…


Empezamos despacio, como siempre, descubriéndonos. Ambos sabemos cómo funciona esto pero lo anterior no importa, carece de sentido. Esto es un homenaje a nosotros.


---


Su susurro se convierte en un gemido que desencadena la perversión que intento contener.


Es curioso cómo su cuerpo se comunica conmigo mientras la penetro, mientras me introduzco en una adicción que quizás no tenga vuelta atrás. ¿Pero qué sería de esta vida sin riesgos?


---


Siento sus caricias, su aliento, sus uñas enterrándose en mi piel.


Y me gusta.


Me encanta.





Un ángulo diferente para deslizar mis manos entre sus piernas y tocarla ahí, justo ahí. Siguiendo un ritmo volátil, intermitente, la actividad entre nosotros crea un sudor que se impone al frío del invierno, al silencio de la noche.


Buscas el control, y lo tomas. Encima de mí, impones una armonía que nos lleva al caos, muy parecido al nirvana, al orgasmo. 


  • Termina conmigo...


Tu susurro desconecta mi noción de esta realidad, es un último golpe al sentido común, a esta noche, a nosotros. Perdamos el pensamiento, aceleremos esta velada.


La humedad que recorre el interior de tus piernas dice mucho más que cualquier frase que pueda escribir…


---


Te abrazo y te aprieto mientras, violentamente, me deshago dentro de ti. Uno de mis dedos se pierde en zonas que te hacen morderme de placer, el interruptor que libera esta vorágine en un solo instante.

  • No pares, no te detengas. Dame más, más fuerte...



Y ahí nos fuimos, en lo más cercano que tenemos al éxtasis. Una caricia, un beso que fui capaz de encontrar en la oscuridad. Un abrazo que aguanta el peso del crepúsculo y me hace sentir un hombre afortunado.


miércoles, 13 de enero de 2021

Antigüedad...

 Últimamente me he refugiado mucho en la soledad, no he sido lo valiente que me hubiera gustado y he recurrido a la noche, al insomnio, a la cerveza para curar penas que se acumulan cuando menos te lo esperas...

Pero todo pasa, hay que continuar, aunque todavía te mezcles con cada uno de mis pensamientos.

----

Salgo poco. Notas el miedo, la preocupación, el caos social. Una situación que nunca pensamos llegar a vivir pero que nos está cambiando permanentemente. No tengo nada claro si para mejor...

Aún así, espero al atardecer y busco entre las calles de esta ciudad aliviar mis pensamientos. Los adoquines, la antigüedad, las luces, la calma de esta ciudad me sigue cautivando aún cuando lo he visto una y otra vez. Lo que no esperaba es encontrar un recuerdo de tu sonrisa en cada esquina...

Es curioso como salir para despejar mis ideas no hace más que traerte a mi memoria.

----

El cansancio te hace más frágil pero no menos fogosa. El deseo recorre tu cuerpo con más fuerza de lo habitual, mi suerte, es poder corresponderte.

Una película extravagante de fondo mientras mis manos se deslizan por tus pechos. Tu respiración acelerándose es la mejor señal que puedo tener. No quieres pensar, solo quieres placer.

Me acerco a ti como si fuera la primera vez, como aquella primera noche que nos perdimos en el peligro de una cerveza y una buena conversación. Las luces de aquella plaza y la inminente hora límite nos hacían escaparnos a un lugar más tranquilo. Tu piel es una droga a la que quiero hacerme adicto. 

- Vámonos a la cama...-



Paso mis días intentando recuperar mi vida productiva. Ofertas y ofertas, soy uno más en este maremágnum laboral que no nos ofrece ninguna seguridad.

Películas, historias, libros, textos. Empiezo a sentirme bien una vez más.

----

El calor que provocamos es una catarsis inexplicable. Tu piel, tus manos, tus gemidos me gritan, me hablan, me guían hacia algo mucho más grande que nosotros. Tu orgasmo.

Pero no sé si podre llegar, sólo sé que lo intento con todas mis fuerzas, con todas mis ganas.

Mis manos masajeando tu espalda e ignorando tu cansancio, ignorando la madrugada, ignorando el deber. No me arrepiento de nada, solo quiero que olvides la monotonía y te pierdas aquí, te pierdas en nosotros.

Aprieto con tanta fuerza tus nalgas que me libero, el sudor que une nuestra piel es una fantástica señal de que no debemos parar. Quieres saber donde esta el limite? Lo único que puede detenernos es esta debilidad que provoca tu ser. Eres tan hermosa...

Bailo dentro de ti como si la música nos animara, como si el destino no nos hubiera quitado la libertad. Tu gemido silencioso es un droga a la cual no puedo renunciar. Y no voy a renunciar. Siempre seremos tu y yo, en este momento, en este instante de placer, de deseo, de lujuria, de absoluta liberación.

Eres mágica en todos los sentidos.

----

Cuando nos despedimos, fue extraño, quería seguir allí, quería quedarme allí. Quería decirle que no pensaba dejarla escapar, que no quería perder su magia, su calidez, su sonrisa, su aura, su locura, su pureza, su alegría... Pero hay veces que simplemente tienes que dar un paso atrás.

Quizás fue culpa mía, quizás fue culpa de ambos pero los dos lo hicimos especial. A veces siento que te fuiste para no volver y el caos regresa a recordarme que, aunque no vuelvas, nunca te voy a perder. 

La libertad te sienta mejor que nunca. Si no eras libre para irte tampoco serás libre para volver. 

Ahora toca avanzar, seguir adelante, seguir creciendo, ser mejor. 

----

Tu carcajada es algo a lo que nunca debí renunciar...


viernes, 28 de agosto de 2020

Ligereza...

De un momento a otro, una nueva ciudad, un nuevo trabajo, un nuevo rumbo.

Mi día a día se ha convertido en ver el atardecer con una cerveza y música de fondo.

---

Me gusta como su piel brilla con la luz del sol.

---

Intento ser yo mismo, adaptarme a una situación inesperada pero necesaria. Me gusta esta nueva oportunidad de volver a abrazar la estabilidad.

---

Las horas corren con las frases que cruzamos, me adentro en el laberinto de sus palabras aún sabiendo que hay riesgo de no poder salir.

Pero que sería esta vida sin riesgos. Que sería de nosotros sin atrevernos.

---

Me siento cómodo, libre, nuevo. Me apetece abrirme al mundo otra vez, ver que es capaz de ofrecer a pesar de todos los tropiezos que he cometido y aún me quedan por cometer, pero el miedo a los golpes nunca ha conseguido detenerme, me aferro a esa oscuridad que me mantiene cuerdo en los momentos más difíciles.

---

Sin darme cuenta, me he hecho adicto a su encanto. Llevo semanas navegando entre su piel, descubriendo esa delicadeza que intenta ocultar tras duras paredes fríamente construidas, tras experiencias inyectadas bruscamente.

La vida es complicada para todos, no?

Su aroma, entre beso y beso, consigue diezmar mi falsa seguridad...

---

Confío volver a casa pronto, a pesar de sentir que empiezo de cero, quiero recordar todo lo que me ha traído hasta aquí y porqué debo hacer todo lo posible para no dar ni un paso atrás.

---

Aquella primera noche de pasión, de lujuria, de alcohol, poco a poco, se ha convertido en confianza, ligereza, deseo.

Me pierdo lentamente con caricias, con besos, con abrazos. La tenue luz que ilumina la habitación es suficiente para que aquella mirada me nuble el sentido y me entregue a su deseo.

Siento cada uno de sus dedos en mi piel, bailamos en la cama, creamos satisfacción.

Su nariz rozando mis labios, su pelo acariciando mis manos, sus piernas apretando las mías. Es como si siempre hubiera estado aquí.

---

Quizás...




Eres como el amanecer, desconcertante.
Hermosa, emocionante, especial.

Soy un hombre afortunado, he disfrutado de tus palabras más tiempo del que cualquiera hubiera pensado.

Me he rendido a tu cuerpo un simple instante en comparación al tiempo que me hubiera gustado. Mis besos descubriendo las curvas de tu piel es un homenaje al placer.

Atesoro cada segundo de mis manos acariciando tu ser.

---

Es un día más entre tu y yo. Una cerveza, un bonito atardecer y una conversación que define nuestros encuentros, fluidez.

Te beso con inocencia pero te deseo con una fuerza que no hay manera de describir. Las noches que imagino tu cuerpo hacen justicia a la bendición que es tenerte entre mis brazos.

Eres un regalo, un privilegio.

Navego entre tus piernas para encontrarme con tus deseos más profundos. Busco tus pechos para activar tu interior. Desnudo tu alma para derribar esas barreras que insistes en levantar.

Quiero conocerte, déjame conocerte.

Cada una de esas tardes entre risas e historias, cada uno de esos amaneceres entre frases dormidas, cada una de esas noches entre cervezas y tabaco, se cruzan aquí, en mi intención de llevarnos al orgasmo.

Diferentes etapas, demasiada experiencia, misma emoción.






jueves, 9 de julio de 2020

Melodía...

Siempre he sido hijo de la oscuridad. La noche me susurra tantas ideas que a veces dudo de mi cordura. Quizás eso es lo que me mantiene, quizás eso es lo que me hace seguir viviendo.
Vives en mi recuerdo como la melodía que me hacía sonreír cada día.
---
Aún recuerdo el atardecer iluminando tu figura. Aquellos pequeños besos me hacían pensar que la magia no es simplemente una ilusión.
Entre vino y cerveza, tu sutil sonrisa me seducía como hacía años no recordaba. Detrás de esa máscara que seriedad hay una mujer ansiosa de amor, cariño, atención...
---
Mientras conducía, tu nerviosismo me advertía que algo grande estaba a punto de suceder. Ese momento se hizo realidad mientras desabrochaba tu camisa, mientras probaba la delicadeza de tus pechos.
Soy un esclavo del rizo de tu pelo, del blanco de tu piel, de tu innecesaria timidez. Nunca pensé que sería capaz de rendirme antes de empezar.
---

Motivado por la mezcla que tuvimos de vino y cerveza, me dejé llevar por el deseo que llevaba días sujetando, tenía demasiadas ganas de recorrer cada milímetro de tu piel con mis manos, de despertar tu lujuria con besos. 
Vendías miedo, eras autentico fuego.
---
Sin darme cuenta, descendías por mi vientre buscando descontrolarme, quizás no pensaste que mi control se fue en el momento que puse mis dedos entre tus piernas. Solo deseo complacerte, solo deseo tu orgasmo.
"Quería más, sigo queriendo más pero te obcecas en vivir en la prohibición cuando podríamos ser sumisos del placer, sumisos de esta maravillosa sensación."
---
Ahí estabas, bañada por la noche y por la luna, rendida a sensaciones que nunca antes habías probado, me preguntaba como pretendías que no me hiciera adicto de tu ser cuando eras la personificación de cada uno de mis pecados, de cada uno de mis deseos más oscuros.
Podría haberte darte todo lo que soy, todo lo que un día soñé tener...
---
Mis dedos se bañaban con el líquido de tu éxtasis, mi energía  se alimentaba con tu deseo. El vibrar de tus piernas mientras mi lengua recorría las dunas de tus piernas no pudo mentirme, como no terminar en el músculo que solo conoce el placer, que sabe hacerte disfrutar.
"continuará..."

domingo, 5 de mayo de 2019

Inverosímil...

El comienzo de la noche era un preámbulo de como debía y tenía que terminar. Divertido fue lidiar con su timidez mientras susurraba contra su mejilla. Quería una entrada sutil, yo la hice atrevida, no había mejor manera de darle una bienvenida.

La idea de una cerveza en el puerto la sedujo, las risas entre broma y broma, la relajó, el resto, sólo era una excusa para, por fin, comprobar la ternura de sus labios. 

El rojo de su boca representaba la pasión de aquel instante...

Quizás ebrios, quizás eufóricos, decidimos buscar un lugar más tranquilo donde no limitar el ansia del deseo. Quién me iba a decir a mí que sería el detonante de mi locura.

Y de la suya.

Sonrío como si en el momento que vi sus ojos no desease invitarla a la oscuridad. Benditos sean mis demonios

Ahora, me toca tomar el control para que su éxtasis me domine y que juntos, descubramos el autentico significado del placer.

----

El portal fue la primera parada, dónde, entre beso y beso, liberé su pecho y mi boca recorrió el largo camino hasta su zona más sensible, más pura.

Ese pequeño gemido casi me destruye...


"Ella es un ángel que visita los infiernos para conocer la perdición del pecado. O eso me dijo mientras descendía por mi vientre... Pícara e intensa, loca y perversa."

Quién le iba a decir que iba a acabar encariñándose del diablo.

----

No sé como conseguimos recuperarnos de aquel primer contacto. Solo sé que antes de darme cuenta, la luz que entraba por mi ventana, bañaba su desnudez en mi pequeño templo de soledad. 

"Mis manos perezosas descubriendo su pecho, su piel, su ser, era un preludio del regalo que suponía tenerla allí conmigo. Es mi turno para saborear el interior de su alma." 

Soy un hombre afortunado...

----

Y allí estaba ella, dispuesta, ansiosa, perfecta. Después de tanto caos, mis garras recorriendo sus nalgas lo hacían verosímil, mi nariz jugueteando con su bello lo hacían real, mi boca descubriendo su interior lo hacían peligroso. No creí tener una adicción hasta que mi lengua tocó su... Verdad.

El reto que supuso la curiosidad nos ha llevado a esto y el atrevimiento que propuso la primera cerveza nos ha abierto al sexo. No quiero pensar que será el detonante de nuestra dependencia...

----

Me encanta lo sencillo de cada beso, de cada embestida, de cada mirada. Esa extraña sensación de haberla tenido siempre aquí, conmigo, desmontando mis ideas y devorando mi absurda sensación de poder. Estoy prendado de un cúmulo de inesperadas conexiones.

Noto como su interior me habla, como su cuerpo se ata a mí. Sus manos se clavan a mi espalda respondiendo todas mis dudas.

Notar el sudor entre nosotros nos hace sonreír y, de un momento a otro, perdemos el control...

----

Respiro. Ya no soy capaz de discernir entre mis sueños y la realidad. Ella siempre dijo que nuestro encuentro era algo inverosímil, sin embargo, esta noche mi subconsciente me ha permitido el lujo de descubrirla.

Y sí...??